2013, creo, ha sido el mejor año que me ha tocado vivir en cuanto a música. Una noche me fui a dormir y cuando desperté me esperaba un nuevo sencillo de David Bowie... este año ha sido un sueño. Si alguien me hubiera dicho Justin Timberlake regresaría con no sólo uno sino dos discos inéditos, que Kanye West sonaría similar a Death Grips, que uno de mis discos favoritos se llamaría Kiss Land o que me gustaría medianamente un lanzamiento de Paul McCartney... no sé, es extraño: My Bloody Valentine y Daft Punk compiten en listas del año, The Knife monta teatros en lugar de conciertos en vivo, uno de los discos más aclamados suena a death metal posmo, ah, y Boards of Canada. Punto. Quizás la única seguridad era que Justin Vernon sacaría un discazo.
Está muy cabrón darle sentido a un año musicalmente legendario. Así que la lista de los mejores sencillos del año es mi intento de racionalizar y organizar, en base a calidad, los singles más acá. Para mí.
A continuación, la crema más suave:
25. "Song For Zula" - Phosphorescent
"Some say love is a burning thing" Una hermosa joyita de folk sureñón, vagabundo y de ensueño.
24. "Future Warrior" - Palms
Es casi a huevo que aparezca Chino Moreno en todas las listas del año posibles, sea con Deftones, Team Sleep, Crosses o ahora con Palms. "Future Warrior" suena a un post-rock alt-metal que al final del día, suena al artista californiano haciendo música. Es grande, atmosférica y súper catártica.
23. "Heartbreaks + Setbacks" - Thundercat
El primer sencillo del excelente Apocalypse es un R&B melancólico con synths medio ochenteros que recuerdan al futurismo Supersónico de Hannah-Barbera.
22. "All I Know" - Washed Out
Para mí, Paracosm de Washed Out es uno de los mejores discos del año, "All I Know" es mi sencillo favorito del álbum. Una canción que engloba todo el sentimentalismo chillwave y psicodelia atemporal de Ernest Greene, con aires triunfantes y de celebración.
21. "Copy of A" - Nine Inch Nails
Ya llevaba mucho tiempo de no emocionarme de sobremanera con un sencillo de NIN, no sé, Trent Reznor se convirtió en una especie de cromo nostálgico para mí, pero "Copy of A" fue más de lo que esperaba, mucho más. El apocalíptico industrial en crescendo es tan repetitivo y efectivo que genera obsesión compulsiva. Paranoia total.
20. "Step" - Vampire Weekend
Siempre creí que Vampire Weekend era una banda para los chavos alter de Polos y mocasines, pero su Modern Vampires dejó el multicolor de Nickelodeon por canciones más reales y monocromáticas. "Step" es sencilla y dulce, pero al mismo tiempo hay una melodía fatídica que me vuelve vulnerable ante el estúpido encanto de los colegiales neoyorquinos.
19. "Play By Play" - Autre Ne Veut
Es un hit enorme. Un sobresaliente sencillo del R&B alternativo. La tonada del vocalista de Brooklyn me persiguió durante todo el año. Una de las mejores progresiones melódicas de puente a coro en 2013.
18. "Cheap Beer" - FIDLAR
Sucia, barata, garage y punk. Cheap Beer es un nuevo himno de calle, de noches que acaban con fluidos desparramados en el pavimento. Fuck It Dog, Life's A Risk.
17. "Jubilee Street" - Nick Cave & The Bad Seeds
Nick Cave, un verdadero jefe de la masculinidad y narración, uno al que le agarré el gusto hasta este año, justo con esta canción. El sencillo es decadente, abatido, pero con una resolución brillante. "On Jubilee Street, there was a girl named Bee. She had a story, but she had no past."
16. "Paper Trails" - Darkside
Niño genio de origen chileno, con un increíble sentido de ritmo y textura, se junta con guitarrista prodigio de Brooklyn, maestro de la improvisación. "Paper Trails" de Darkside es un viaje lleno de espacios, silencios, ecos, guitarras decorativas y texturas emocionantes. Un debut con personalidad seductora e innovadora.
15. "Full of Fire" - The Knife
"Full of Fire" fue el primer nuevo tema que escuchamos del duo sueco en 7 años, y el regreso no pudo ser más confuso. Un espiral escalofriante y posmo de beats fríos, torcidos y de pesadilla. The Knife es el proyecto electrónico más auténtico del Siglo XXI.
14. "Comrade" - Volcano Choir
Ah, Justin Vernon, sabía que nos ibas a deleitar con algo bello. Después de Bon Iver, el huraño multi instrumentista presenta su primer proyecto post-Grammy digno de su excelencia musical. "Comrade", de Volcano Choir, es un tema glaciar que explota en fuegos artificiales; una guitarra acústica y una llovizna de notas sintéticas que arropan al alma.
13. "You & I" - Local Natives
La última perrita en la tierra está en el hospital :( su familia humana se despide de ella :( muere :'( al final encuentran una cueva llena de cachorros :') ah, y la canción es preciosa.
12. "Dip" - Danny Brown
Danny Brown es un enfermo. Old es un disco absurdo y extravagante ejecutado con maestría. Retrata la decadencia en retrospectiva, madurez y eventual rendición del rapero de 32 años. "Dip" es pura decadencia y drogadicción; veloz, asquerosa e infecciosa.
11. "Idol" - Smith Westerns
Hay canciones que se convierten en un hogar. Sencillos que no puedes olvidar y son tu refugio cuando todo lo demás es abrumador. Las que siempre te reciben con el coro ideal y versos cálidos que arropan a tu agobiado ser. "Idol" de los Smith Westerns fue mi hogar durante este año.
10. "Numbers On The Boards" - Pusha T
Estrictamente hablando de rap, ni más ni menos, este fue el single del año. Pusha T es un asesino del verso, "Numbers On The Boards" tiene un flow excepcional que se mueve sobre un beat fracturado y adictivo. Obviamente la producción es de Kanye West. "It's only one God and it's only one crown, so it's only one king that can stand on this mound. King Push, kingpin, overlord."
9. "Monomania" - Deerhunter
Noise, garage y rock 'n' roll. Producción rasposa y granulada. "Monomania" es punk en espíritu. La voz de Bradford Cox, tan incómoda como atractiva. La canción es una colisión en movimiento, un recorrido destructivo que vale la pena repetir y repetir y repetir y repetir y repetir y...
8. "Shuggie" - Foxygen
Rock despreocupado, algo hippie y psicodélico. Los cambios de humor y tiempo en "Shuggie" son una maravilla por sí solos. El sencillo de la extraña banda norteamericana, es fantasioso y remite a muchísimas cosas que se sienten familiares de manera instantánea. Hay algo en esta canción, y en Foxygen, que se siente eterno y omnipresente.
7. "Brennisteinn" - Sigur Rós
Los genios islandeses regresaron tras un austero disco (Valtari, 2012) con una "reinvención" apabullante. Brimstone (la traducción directa de este sencillo) resultó en un cambio radical y desconcertante para los que estábamos familiarizados con el concepto que es Sigur Rós. "Brennisteinn" es terrenal y caótica, suena a las entrañas de la tierra, en yuxtaposición con los cánticos celestiales de Jónsi. Todo convive dentro de un tema que me hace sentir diminuto.
6. "Where Are We Now?" - David Bowie
David Bowie. Después de una década. Cantando "As long as there's me, as long as there's you". Con una voz envejecida. Sobre un hermoso arreglo de piano y solo de guitarra.
5. "Kiss Land" - The Weeknd
Qué nombre más pinche feo, siendo honestos. "Kiss Land" llegó como primer sencillo del álbum debut de Abel Tesfaye, una pesadilla sexual de 7 minutos que en ningún momento diluye las dificultades en escuchar a The Weeknd. Inspirada en directores como Carpenter y Cronenberg, el tema es un viaje conceptual por los dolorosos y exquisitos falsetes del vocalista de 23 años.
4. "Reflektor" - Arcade Fire
"Reflektor" es una canción anti-mainstream, en contra de la relación postmoderna vía Wi-Fi, en contra del sonido que se esperaría de una banda indie premiada en los Grammy y muchos etcéteras. El primer sencillo del álbum homónimo fue la sorpresa más grata de 2013, la combinación de la nostalgia y pureza de los canadienses con el disco hipnótico de James Murphy es impresionante. Tan real como Arcade Fire, tan grandiosa como sus aspiraciones. Y por cierto, la profética entrada de David Bowie a la mitad de la canción: PERFECCIÓN. "Thought you were praying to the resurrector, turns out it was just a reflector."
3. "Hold On, We're Going Home" - Drake
Drake es bien fácil de ridiculizar, es el semi-negro sensible, el niño minusválido de Degrassi, el canadiense, "The type of nigga that gets raped and drops the charges 'cause he felt a connection", lo cabrón es que no le importa. Que el güey sea tan abierto y real en el mundo del rap/r&b es un mérito ENORME. Hold On es un tema simple, romántico, ochentero, súper pegajoso y memorable. Es un sencillo en esencia perfecto.
2. "Mirrors" - Justin Timberlake
Antes de escuchar "Mirrors" por primera vez, sabía perfectamente que esperar. Vi la longitud de la canción... cuando Justin se avienta más de 7 minutos (esto antes de 20/20 Experience), es una balada épica. Esperaba con ansias escuchar la nueva "Cry Me A River", la nueva "What Goes Around.../...Comes Around", pero me daba miedo que no cumpliera con mis exageradas expectativas, y bueno, ¿alguien se decepcionó? Es ridículo lo talentoso que es este cabrón para crear sencillos tan masivos, que mezclen sinceridad, grandeza y calidad a tan buenos resultados. "Mirrors" es en este sentido el single más grande de 2013, el que le gustó a medio planeta, incluyendo a los amargados y self-conscious amantes de la "música de verdad". Es el nuevo rey del pop y esta canción una prueba irrefutable.
1. "New Slaves" - Kanye West
Un visual de "New Slaves" se proyectó en construcciones alrededor de Estados Unidos y Europa, unas eran parte de arquitectura icónica para su respectiva ciudad, otras eran tiendas Louis Vuitton. La cara de Yeezus fue proyectada en close-up, sin emoción o decoro, el mensaje es demasiado por sí mismo. Creo que "New Slaves" es el mejor sencillo del año por impacto cultural, por calidad, por atrevimiento, porque en unos años, será recordado con más lucidez que cualquiera de sus contemporáneos.
Musicalmente, es fría, oscura, minimalista, representa con orgullo la nueva etapa del artista más controversial de esta generación. El bombástico final es el mejor momento del año puesto en sonido. Nunca se había escuchado a un Kanye tan seguro, tan determinado a complacer a nadie más que a sí mismo... y sin duda alguna, complacer a Kanye West ha de ser una tarea titánica.
"What you want, a Bentley? Fur coat? A diamond chain? All you blacks want all the same things."
¿Qué quiere Kanye Omari West? Los primeros dos álbumes de Yeezy son clásicos del Hip-Hop contemporáneo. La trilogía del oso, que empezó con The College Dropout y terminó con Graduation, esextremadamente complaciente. Los dos primeros fueron un definitivo empuje para el quiebre de la barrera social que siempre había enclaustrado al género, Kanye se convirtió en un ídolo mundial a pesar de su color. Con la tercera y última parte, quizás su disco más flojo, Graduation, el autoproclamado Mesías se dejó llevar por el electropop que se apoderó del mundo, y se infló con un disco que definitivamente es un people-pleaser. Su sample de "Harder, Better, Faster, Stronger" es más reconocido que la versión original, y eso que estamos hablando de DAFT PUNK. Kanye es un experto en complacer tanto a críticos y masas.
En 2008 mucho pasó... la portada de su cuarto álbum no tenía al característico oso, sino un corazón desinflado sobre un fondo gris. Donda West, su mamá, murió. Kanye se sumergió en depresión y soledad. No se necesita ser muy fan del originario de Chicago para conocer la relación que tenía con su madre, es evidente en canciones como "Hey Mama". Es evidente en las lágrimas que sigue derramando cada vez que la canta en vivo. Es evidente en DONDA, su compañía de diseño, un oasis de creativos con el objetivo de dejar una marca en el mundo del entretenimiento (con el nombre de Donda como bandera). 808s & Heartbreak lleva esa corriente de pop electrónico de Graduation a un lugar mucho más oscuro y vulnerable, es de los discos más menospreciados de la década y el trabajo más importante para Kanye West. Armado con Auto-tune y una Roland TR-808 (Una de las primeras cajas de ritmo programables) el ícono estadounidense se permitió experimentar de manera extremadamente egoísta, se sumergió en sí mismo y no le importaron los niños blancos que lo adoraban porque los hacía sentir negros. 808s es un disco minimalista con poco rap, fue el primer paso que dio Kanye West en la dirección correcta para consolidarse como la voz más importante de esta generación.
Con su obra maestra, My Beautiful Dark Twisted Fantasy, el mundo sabe qué pasó. Yeezy se vio envuelto en un espiral de odio, el mundo se puso en su contra: Taylor Swift, George Bush, Obama y los forevers que empezaron con el comentario de: "Kanye ya no es lo que era". Por supuesto que no. Kanye fue crucificado por prensa y público, el odio llegó a tal grado que se tuvo que cancelar su mega-gira con Lady Gaga (por miedo a un Boicot). Yeezus antes de ser Dios fue el diablo. Dark Fantasy fue la respuesta de Kanye West al mundo, un álbum maximalista que fácilmente puede ser considerado entre los mejores discos de Hip-Hop en la historia, una obra maestra con la que vuelve a cambiar las percepciones mundiales sobre el rap y sobre sí mismo. Las posibilidades quedaron completamente abiertas, Dark Fantasy fue la antesala de este Yeezus.
Ahora es 2013, y Kanye, por fin, sabe quién es, qué quiere y cómo lo va a hacer.
"West was my slave name and Yeezus is my god name."
Realmente no se autoproclamó Jesucristo, el mundo lo hizo sin saberlo. Kanye es una anti-celebridad, el personaje más influyente de Estados Unidos, personifica todo lo que está mal con la baja cultura del país que lidera a este mundo: El culto a las celebridades, el circo hipócrita con el que se les trata a los negros, los excesos, etc. pero él aprovecha su posición. Está en el 1% y habla por el 99%. Quizás suene hipócrita, pero no lo es. "Yeezus" es un apodo que le adjudicaron medios y público (el aun fiel). Él por fin entiende lo que hay que hacer con el poder que tiene. Es el epítome de fama y talento, y aprovecha esto para comunicar diferentes mensajes y elevar ciertas tendencias.
"Respect my trendsetting abilities. Once that happens, everyone wins. The world wins; fresh kids win; creatives win; the company wins."
Es un ídolo imperfecto, como Jesús, que a pesar de todo, fue humano y crucificado. No canta bien, se apoya en el auto-tune, pero eso es lo que lo acerca a los mortales, sus errores y determinación para explotarlos y superarlos; es ingenuo en momentos, sí. Yeezy desde su misma megalomanía abre puertas que ya estaban construidas, pero sólo para nichos, él es el único que puede acercar el "under" al mainstream con tal impacto. El sonido abrasivo, noise/neo-punk/industrial presente en "Black Skinhead" ya existía en Death Grips, pero los anteriores son parte de un nicho, nada más, a Kanye le responden los mandatarios de Estados Unidos. Es un representante de los innovadores en el mainstream, está hambriento, está loco.
"He'll give us what we need, it may not be what we want." ("On Sight", Yeezus)
Sabe quién es, sabe qué quiere, y sabe cómo hacerlo. Yeezus tuvo mínima promoción, no hay sencillos, ha expresado como el gusto popular es tan mediocre que no quiere aparecer en la radio. No hay videos, el disco no tiene portada, ni los invitados ultra-populares de Dark Fantasy. Kanye salió a las calles a enfrentar a la gente de manera directa. "New Slaves" se proyectó en paredes y edificios alrededor de Estados Unidos y Europa.
Dio UNA entrevista (no le había concedido una a los medios en años), un concierto y apareció en Saturday Night Live. En SNL Kanye interpretó "New Slaves" y "Black Skinhead", los temas más transgresores líricamente en Yeezus. Fue al programa más blanco y popular en Estados Unidos y les escupió en la cara.
"Middle America packed in, came to see me in my black skin. Number one question they asking, fuck every question you asking." ("Black Skinhead", Yeezus)
"You see that's broke nigga racism, that's that 'Don't touch anything in the store' And this rich nigga racism, that's that 'Come in, please buy more'" ("New Slaves", Yeezus)
Yeezus le abrió las puertas a sus fans, antes del leak, el Mesías de la música armó escuchas PÚBLICAS de su nuevo disco, si llegabas temprano podías codearte con él, Jay-Z y Beyoncé. Kanye nunca había estado tan cercano a su público, y esto es consciente. No hay portada, ni videos, ni promoción convencional porque su mensaje es lo único que le importa: Subir los estándares de calidad en el mundo.
Los invitados en Yeezus son pocos y sus nombres no tienen tanto peso. La escena under de Chicago está presente, y están ahí para dar un salto a la música popular. Daft Punk y otros nombres de peso como "Rick Rubin" están en la producción, mas no son aportaciones directas y completamente perceptibles como las de Justin Vernon, Chief Keef o King L.
"This whole process is all about giving no fucks at all" Así presentó Ye' su disco en la primer listening party, las bocinas truenan con "On Sight" y entonces te das cuenta, ya no le importa un carajo lo que piensen de él; es pura acción.
La producción de esta sexta placa de estudio es minimalista y abrasiva, es sonoramente transgresora. El álbum, LITERALMENTE, te quita el aliento y destroza el cerebro (quizás no tan literalmente). Los cambios de ritmo y estilo son tan violentos como una patada en los dientes: El interludio de "On Sight", el triunfante final de "New Slaves", el escalofriante outro de "I Am A God", el reggae futurista en "Im In It", el puente de Charlie Wilson en "Bound 2"... carajo, es demasiado.
"On Sight" es como un acid house sin misericordia, en la que finalmente podemos decir: "YEEZUS JUST ROSE AGAIN". "I Am A God" suena al meltdown de un genio, locura musicalizada con glitches y noise, aunque la canción en sí, es una sátira de la fama y de la arrogancia de Kanye. En la oscura semi-balada "Hold My Liquor" hay ecos del arena rock que apareció en Dark Fantasy. "BLOOD ON THE LEAVES" es el núcleo del disco, Kanye yuxtapone "Strange Fruit" de Nina Simone (Hecha famosa por Billie Holiday) con el cuerno francés de TNGHT en "R U Ready". "Strange Fruit" es una de las canciones más emblemáticas en la triste historia de Estados Unidos, una depresiva mirada a los linchamientos de afroamericanos. Sobre el sample -"Black bodies swinging in the southern breeze"- Kanye se lamenta por una relación fallida, es el perfecto ejemplo de la urgencia e intensa determinación en toda esta obra.
El álbum excita y confunde, en gran parte por el stream of consciousness con el que Yeezy parece fluir. El álbum termina con "Bound 2", que parece un extracto de los primeros discos de Kanye, es soul y familiar, es el momento para recuperar el aliento, pero aun en ese "dulce" final, Ye' sigue enojado. No es muy claro si sea con las mujeres, con la noción del amor, con el sexo o consigo mismo, pero esa es la gasolina en Yeezus: La falta de satisfacción.
Este es el disco que justifica todo, Kanye Omari West nació para hacer Yeezus. En momentos da miedo, es un álbum desconcertante y MUY difícil de digerir, pero así es toda pieza de arte revolucionaria.
"You see there's leaders and there's followers, but I rather be a dick than a swallower."
La portada de Holy Fire es una épica y cómica imagen de un grupo de personas montadas en caballos, éstas ven como emerge el sol del mar. La imagen pretende ser (creo) un símbolo de una búsqueda interna por madurez finalmente fructífera. Muy posiblemente, los Foals se decidieron por esta portada porque representa su triunfo, pero para mí, la imagen representa su funeral; un grupo de personas que observan decepcionadas como el mar se traga a una promesa inglesa.
Holy Fire es un triunfo que lastima. El tercer álbum del quinteto de Oxford va a sacarlos de las carpas de festival para ponerlos en escenarios principales, pero ¿cuál fue el costo?
Con mucha expectativa le di play al nuevo material de una banda a la que aprendí a querer muy rápido. El expectante silencio que se apoderó de mi ser prontamente se nubló por ruidosas ideas que se disparaban con cada canción, "¿Qué es esto? Parece pinche Coldplay, qué puta decepción..." Sí, Foals acaba de sacar -ese tipo de disco-.
Foals ahora tiene un sonido grande... más que eso, ENORME, suena a Coldplay, a U2, a una banda con mucha experiencia, pero desgraciadamente, cuando bandas llegan a ese estatus, varias veces se esfuma el hambre, el peligro, la novedad y las ganas de hacer música. Holy Fire se vale de muchos trucos baratos para asegurar su éxito.
"Spanish Sahara" fácilmente puede colocarse como una de las baladas más cabronas del siglo XXI. Esa fragilidad emocional en Yannis Philippakis (Vocalista) que quiebra después de un build and release sónico... se siente trascendental e increíble. Ahora, 3 años después de "Spanish Sahara", Foals emula esa fórmula en casi toda la segunda mitad del disco. Temas como "Late Night" y "Milk & Black Spiders" se sienten como el truco barato de un mago cincuentón que trata de repetir viejas glorias.
También hay temas como "Bad Habit" y "Everytime", éstas parecen extraídas de un "U2 & Coldplay For Dummies". Es más, la primera, está peligrosamente cerca de ser un cover a "City Of Blinding Lights".
¿Dónde está la fiesta? Foals eran músicos emocionantes, en momentos técnicos y fiesteros. Ahora nos presentan esta sobriedad que se siente falsa y poco inspirada. No todo es decepción (aunque otro truco barato es enganchar y asegurar unas ventas con un par de engañosos sencillos). "Inhaler" fue el sencillo con el que comenzó esta nueva etapa, en el mismo espíritu de "Spanish Sahara" (Primer sencillo de Total Life Forever), "Inhaler" sorprendió a todos con un nuevo sonido, totalmente contrario a lo que se esperaba. Es una bestia, un tema lleno de furia y agresión en el que las guitarras y la procesada voz de Yannis aplastan los oídos. "Inhaler" fue la promesa de un disco ambicioso que no iba a perder la esencia del conjunto. Después nos regalaron "My Number", el sencillo más pegajoso e inmediato del quinteto desde "Cassius" (2008).
Tristemente, la promesa de "Inhaler" sólo tiene continuidad en "Providence", la cual llega muy tarde en el disco y no es suficiente para salvarlo, y la chispa de "My Number" no se repite ni en un par de segundos.
En muchos sentidos, sí, Holy Fire es un éxito rotundo, uno que se va a ganar críticos y fans con un sonido "maduro", pero si nos olvidamos de la calentura del momento y pensamos un poco en la trayectoria de Foals, Holy Fire simplemente no está a la altura.
En mi (quizás no tan humilde) opinión, el disco se merece poco no por la calidad, sino por el alma. No es el cambio de sonido, siempre es bienvenida la evolución y el progreso, lo que lastima es la pérdida de esencia, la destrucción de un joven espíritu; pervertido por los excesos de la industria.
"Ya no son nuestros Foals" No, ahora son de todo el mundo.
Grizzly Bear en vivo es como una conversación con un viejo amor, ella o él te susurra cosas al oído y cada centímetro de tu cuerpo se estremece. Una conversación con un viejo amor es íntima e irrepetible.
Un amigo me dijo en cuanto terminó el concierto que había sido la experiencia más cabrona de su vida, y vamos, en el calor del momento creo que más de uno lo pensó, pero así es el amor, ¿no? las explicaciones y la lógica pasan a segundo plano, toman control las emociones y la sangre caliente, el concierto no fue bueno o excelente, fue puro amor.
Bajo las luces psicodélicas que acariciaban el escenario, Grizzly Bear entabló una conversación inolvidable con la Ciudad de México, y después de años de espera, había mucho de que hablar. El cuarteto de Brooklyn se lució tocando casi por completo su excelente Shields y deleitó al Auditorio BlackBerry con temas del resto de su aclamada discografía. Los arreglos en vivo de su repertorio son más que suficiente para darle un aire y textura nueva a las canciones más conocidas y coreadas; las armonías y juegos de voz entre los músicos americanos carecen de aristas, con suavidad curan cualquier impureza del alma.
La experiencia llegó a su clímax con "Sun in Your Eyes", el público se dejó cegar por estrobos y perfección sónica. Grizzly Bear enamoró, como sólo un viejo conocido sabe hacerlo.