Sin hologramas de raperos muertos pero con una rueda de la fortuna, la tercera edición del festival capitalino probó ser una inversión que vale la pena, pero desgraciadamente, algunos de los problemas son cuestiones culturales, no de organización o planeación. Para un festival que anhela convertirse en un referente internacional en cuanto a eventos musicales, "ahí la llevamos".
Sus chavos sureños favoritos fueron los dos días y les cuentan qué onda con las chavas y así.
Le robamos fotos a medios mexicanos de renombre porque somos chavos y podemos hacer lo que queramos.
Lo que gustó:
La disposición era lo primero de lo que uno se daba cuenta al entrar a la curva 4, te sentías en otra parte ajena a la Ciudad de México, claro, en unos segundos algún imbécil se aventaba un chiflido o un vendedor anunciaba chelas como si estuviera en la central y ya ponías los pies en la tierra, pero esa sensación de "estar en un lugar mejor" es parte esencial de la "experiencia festival". Había mucho color, carpas y spots para refrescarse, mucho verde y en general arreglos en sintonía con el diseño del cartel del festival.
También hay que recalcar el buen sonido en la mayoría de las presentaciones y el respeto a los horarios, el Bizco Club (según nosotros) fue el único escenario que llegó a tener retrasos importantes.
Nos agradó mucho la participación del público mexicano en varios de los sets, por ejemplo, en Die Antwoord. Siempre es grato ver como los mexicanos se unen para armar una fiesta inolvidable tanto para los asistentes como para los artistas. Pero hubo otro tipo de público del cual les platico más abajo.
Y obviamente, lo mejor fue la música.
Las Mejores Presentaciones:
My Morning Jacket
¡Cristo santísimo! My Morning Jacket en vivo es una experiencia pulcra e inefable, el ambiente que crea el quinteto de Kentucky es frágil, cauteloso y en instantes totalmente caótico, es en verdad un show perfectamente redondo en todo sentido. No me puedo imaginar a una persona decepcionada de estos muchachos.
Si no los vieron, bueno, no les queda más que fantasear con otra oportunidad.
Die Antwoord
FUE. UNA. FIESTOTA.
New Order
Acto I: Nostalgia y baile
Acto II: "FOREVER JOY DIVISION"
Acto III: Lágrimas
Black Lips
Es rock 'n roll, lo demás no importa. Y en efecto, como dijo un buen amigo, los Black Lips pueden tener un mal día y aun así ser una delicia en vivo. Es una locura.
The Hives
"El headliner que no parecía headliner pero terminó pareciendo headliner"
Nunca me hubiera imaginado a los Hives cerrando un festival, los había visto a la mitad de día, como un set energético que te prepara para la noche. Pero ya en contexto; en caliente, The Hives cerró el escenario principal de una manera más que digna. Lo más notable de estos suecos (aparte de su interminable energía) es su frontman/showman, Pelle Almqvist, uno de los mejores en el negocio.
Franz Ferdinand
Pues así, el nombre lo dice todo. Lo que se esperaba se vio, quizás y eso fue lo que hizo que no sobresaliera tanto su participación para mí. Era lo mismo de siempre, más unas cuatro canciones nuevas que en realidad no cuajaron. A pesar de esto, es Franz Ferdinand, y son una banda increíblemente buena.
La mayor decepción en vivo fue Cat Power, ¡¿POR QUÉ CHAN?!
Antes
Después
Lo que no gustó:
Ay, cierto sector del público mexicano, ay...
Ok. TODO EL MUNDO FUE AL CORONA (chequen su Facebook), obviamente iba a estar lleno de muchos grupos de personas que fueron por echar el cotorreo y salir en las fotos... y eso está perfectamente bien, digo, pasa en Coachella y en Lolla. Tampoco se trata de pedir un festival que se llene con puristas, melómanos y blogueros (LOL), no. Aunque sería bonito rodearte de verdaderos seguidores en tu acto favorito, también sería fastidioso pasar dos días rodeado de personas feas y pretenciosas. La verdad lo único que se debe exigir es el respeto, y aquí en México hay muchas personas que lo ignoran.
Ejemplos:
En Franz Ferdinand se abrió un círculo, y nosotros como chavos punk, pensamos que era un slam (En FF, LOL), pero no, era una batalla campal entre mirreyes que peleaban porque a uno se le olvidó desabrocharse un botón de la camisa, otro había comprado su Polo en el Bazar de Pericoapa y... bueno, no sabemos por qué, pero se armó como si fueran quinceañeros en una tardeada por pedregal.
En varias presentaciones (la de New Order incluida), varios grupos de amigos se ponían a platicar (GRITAR) de lo que había estado más cabrón EL DÍA ANTERIOR. Estos sujetos ignoraban lo que hacía la banda en el escenario hasta que tocaban el hit ("Blue Monday") y luego, después de joder 3/4 del show, pasaban a retirarse. Los Chavos del Sur recomendamos hace unos posts cambiarse de lugar, el problema fue que esto pasaba en todas partes si te encontrabas algo lejos del escenario. Supongo que la solución es acampar en un escenario para ver a tu banda favorita, esto pues, si quieres estar rodeado de respeto y canto en lugar de aliento a alcohol y anécdotas estúpidas.
La comida y la bebida son esenciales en un festival, por eso mismo el cuidado a los detalles en estos aspectos fueron otro detractor en la fiesta de Corona y Ocesa.
En verdad es una pena la selección de comida por parte de los organizadores. La diferencia entre el Corona y, digamos, Lollapalooza, es que en el festival de Chicago se invita a un chef de renombre a curar un mini-festival de restaurantes y puestos locales. Estos invitan a los turistas a deleitar sus paladares con probaditas de lo mejor de la escena culinaria de la ciudad. En cambio en el Corona Capital se ofrecía la misma chatarra que sirven en todos los eventos de Ocesa (Hamburguesa de perro, tortas frías e insípidas, pollito con papas recalentado, etc.) Lo único semi-representativo de la cultura culinaria en México fueron los tacos que ofrecía El Villamelón y El Farolito, ambos, excesivamente caros (¡20 PESOS EL PUTO TACO!).
Ahora, la venta de alcohol. Sólo en México sucede, estás en medio de un concierto bellísimo cuando de la nada el sujeto de los chescos y chelas llega. El susodicho animal, aparte de interrumpir el ritual musical con sus espantosos gritos, se detiene enfrente de ti y hace la transacción de venta sin importarle los asistentes, los que pagaron un boleto por ver y escuchar un show. Quizás y una solución viable sería fomentar los Beer Gardens (En el CC12 sólo había uno, chance y dos) para limitar el consumo de alcohol a un área y evitar estas molestas interrupciones. Tampoco sería una mala idea el establecer un límite en cuanto a la venta, las cantidades de alcohol que se manejaron este fin de semana fueron estratosféricas, eso impulsa la probabilidad de cualquier percance social, ya que en este país no hay mucho control o cultura.
Como una molestia final, el festival tuvo momentos en los que se vio increíblemente sucio, tanto el pasto en algunas secciones como las mesas en el food court. Esto se debe o a falta de elementos de limpieza, o a la gente que no se tomó la molestia de tirar su basura en los múltiples botes designados alrededor de la curva 4. Seguro fue una complicidad de los dos.
Quizás y algunas quejas les parezcan exageradas, tal vez y piensen que no tiene sentido comparar al Corona Capital con otros festivales de mayor importancia, pero si no exigimos lo mejor de lo mejor, ¿nos vamos a conformar con menos?
En conclusión (sí, ya casi acabas de leer. ¡Gracias!) el Corona Capital, una vez más, termina siendo el mejor festival en este país, así de simple, y si nosotros o alguno de ustedes, se queja y exige más, es porque sabemos que el festival puede dar MÁS, poco a poco va a creciendo y puliendo esas imperfecciones. Quizás y con la evolución del festival venga una evolución cultural, digo, si queremos eventos de primer mundo en nuestro país, deberíamos portarnos como personas de primer mundo, ¿No?
Por cierto... CHAVAS GUAPAS, CHAVAS GUAPAS EVERYWHERE.
Eres un chingón fui fan.
ResponderEliminarAgree 100%
te quiero,
Lety Casarín
♥♥♥
ResponderEliminarNo puedo estar mas de acuerdo contigo yo definitivamente si senti durante todo el dia la experiencia festival! si me senti en un lugar mejor!
ResponderEliminarGracias por comentar! Si puedes sigue checando el blog ♥
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